En la actualidad, son muchos los profesionales del sector hortofrutícola que usan su marca y no la tienen registrada. De acuerdo con la vigente Ley de Marcas 17/2001, “el derecho de propiedad sobre la marca sólo se adquiere por el registro válidamente efectuado (…).”

El no contar con un registro de marca nos pone en peligro.

Nos arriesgamos a que un día nos llegue una carta de otra empresa informándonos de que infringimos su derecho de marca y obligarnos a dejar de usar nuestro nombre, perdiendo toda la inversión que hemos hecho en marketing y publicidad.

También puede ocurrir que nos encontremos con otro negocio que utilice nuestro nombre, generando la consiguiente confusión en el mercado, y que no podamos hacer nada para evitarlo.

Antes de proceder con la solicitud de registro, es importante contar con el asesoramiento de un profesional especializado que nos informe acerca de la viabilidad de nuestra marca, así evitaremos que ésta se deniegue por coincidir con otros signos ya registrados, por inducir a error o por carecer de carácter distintivo, entre otros motivos.

También es importante contar con la ayuda de un profesional que nos ayude en la redacción de un escrito de alegaciones cuando el titular de un registro anterior se oponga a la concesión de nuestra marca por considerar que éstas son idénticas o similares.

Una vez concedida nuestra marca, tendremos que asegurarnos de que efectivamente hacemos un uso de la misma acorde con los requisitos establecidos en la Ley y en la Jurisprudencia. También tendremos que vigilar las nuevas solicitudes que se presentan para que, en caso de que nos perjudique, podamos oponernos en plazo.

Estos son sólo algunos de los problemas que pueden surgir a lo largo del procedimiento de registro de marca y que conducen, irremediablemente, a la pérdida del derecho. Problemas que se pueden evitar con el asesoramiento de un profesional en la materia.